¿Agotamiento musical? ¡Supéralo!

¿Agotamiento musical? ¡Supéralo!

Al igual que el resto del mundo, los músicos han tenido que hacer importantes ajustes en sus vidas en el último año. Para muchos, ha significado menos conciertos y más tiempo en casa aprendiendo nuevas habilidades, como empezar un canal de YouTube, crear un sitio web, construir su estudio en casa o simplemente practicar su oficio.

 

Además de la lectura y el ejercicio, puedes encontrar una forma de práctica que podrá mantenerte motivado incluso cuando tus sentidos están cansados. La “práctica mental” y es inmensamente valioso. Aquí tienes unos cuantos ejercicios y formas de ampliarlos para hacerlos tuyos.

 

  1. Practica en tu mente

Empieza tocando una sola nota o un pasaje musical como referencia de tono. Digamos que tocas un pasaje corto en tu teclado. Deja que tu mente lo recuerde: escucha los tonos, el ritmo y el sonido general. A continuación, visualiza un teclado de piano en tu mente. Toca ese pasaje en el teclado de tu mente e intenta escuchar realmente la pieza en el oído de tu mente mientras la tocas. También puedes imaginar la sensación de tocar, el tacto de las teclas, los movimientos individuales de cada mano/dedo, o incluso imaginar un metrónomo o un batería que te ayude a mantener el tiempo. Puedes hacer esto durante horas en completo silencio mientras descansas en el sofá o mientras haces cosas mundanas, como limpiar la casa. Te garantizo que, cuando vuelvas al teclado, ese pasaje se sentirá y sonará diferente.

 

  1. Entrenamiento auditivo en (casi) silencio

También puedes empezar este ejercicio dándote un tono de referencia. Digamos que es el Do central. Tócalo en el teclado de tu mente y escucha su tono. Una vez que lo tengas, intenta escuchar el Fa que está por encima de él. Ese es el intervalo de una cuarta perfecta. Si no lo oyes bien, tócalo en tu teclado hasta que lo tengas. Ahora la parte divertida: ¡ponte creativo! Toca Do y Fa en varios ritmos en tu cabeza; escucha el mismo intervalo empezando en otro tono; toca esas dos notas juntas como una díada; planea ese intervalo en diferentes escalas/modos.

 

  1. Construir acordes en la mente

Es una ampliación del ejercicio anterior. Empieza con tríadas básicas y acordes de séptima y ve aumentando la complejidad de los acordes.  Puedes intentar cantarlo para conseguir un reto adicional. También puedes sentarte ante el teclado y alternar entre oírla en tu mente y tocarla. Es una forma estupenda de adquirir conocimientos teóricos y entrenar el oído al mismo tiempo.

 

¡Lo importante es desarrollar tus habilidades en todas las formas posibles!